Hola amigos,
vamos a dejarnos por un día de actividades de ocio y volvamos un poco a la educación de nuestros hijos, que de todo somos responsables.
Como padre primerizo que soy, y con una gran capacidad de aprender, me ha interesado mucho un artículo que leí hace un tiempo sobre los diez errores de los padres primerizos.
A los que no sois primerizos, tampoco os confieis porque seguro que alguno lo seguis cometiendo, eh???.
Por cierto, acompaño el artículo con unas ilustraciones encontradas en esta página, que me han parecido geniales.
1.- Fiarse más de la sabiduría popular que del pediatra
Está claro que hay que confiar en las recomendaciones del pediatra por encima de cualquier otra y mucho más con los avances de la ciencia. Si bien hay ciertos trucos que parecen funcionar, hay que tener criterio para diferenciar los que son inofensivos de los que pueden no serlo.
2.- Esterilizarlo todo obsesivamente
Si el niño no es prematuro, la higiene no tiene por qué ser una preocupación más allá de lo normal. Además, el contacto con ciertas bacterias es necesario para que el bebé desarrolle sus propias defensas. Lo que hay que hacer es proteger al bebé de posibles infecciones, y eso se logra con la limpieza habitual de sus objetos. O eso o esterilizáis todo hasta que cumpla los 30 años, que de todo hay, ¿verdad?
3.- Bañarle todos los días
Según los pediatras, con dos o tres baños semanales es suficiente. Más aún si el bebé padece dermatitis atópica, ya que el jabón y el agua caliente alteran el manto de grasa natural de la piel, procando que empeore. Lo que si es importante es que tras un cambio de pañal tanto el culito como las manos queden bien limpias.
Si veis que a vuestro hijo le relaja el contacto con el agua caliente antes de dormir, bañadle pero sin usar jabón a diario.
4.- No dejar que nadie le coja por miedo al contagio
No hay que tener miedo a que los niños se contagien por ir de brazo en brazo. Hombre, si hubiese una persona enferma, pues evitarlo, pero si no es el caso, no hay problema.
5.- Abrigarle demasiado
Si bien es cierto que los recien nacidos acusan más la temperatura y tienden a enfriarse y sofocarse, tampoco es conveniente abrigarle en exceso. Con una temperatura ambiente de 20º a 22º, usar un body y un pijama de algodón (que le cubra los pies), será suficiente. Si veis que las manos y pies están frios, abrigarles algo más.
6.- Mantener la casa en silencio si duerme de día
Pues no es nada aconsejable tratar de guardar silencio si el bebé duerme de día. Al mes y medio de vida, los patrones de sueño del bebé empiezan a adaptarse a los ciclos de luz y oscuridad, a lo que contribuirá el ritmo de vida normal de una casa y gracias a ella también se sabe cuando es de día.
7. Cambiarle de pecho antes de que “lo termine”
La composición de la leche materna no es la misma con el transcurso de los meses, pero ni siquiera con el transcurso de la toma: la leche del final de la toma es la que más grasa (alimento) tiene, por lo que, si el niño se sacia antes de acabar con la leche de un pecho, en la siguiente toma se deberá empezar por éste. Así también se prevendrá la mastitis.
8. Raparle la cabeza creyendo que le saldrá el pelo más fuerte
No se recomienda por dos motivos: porque es falso que el pelo vaya a crecer más fuerte y porque el vello de la cabeza contribuye a mantener el calor corporal. Anda que tenemos cada cosa....
9. Que duerma en nuestra cama si no quiere hacerlo en la cuna
En primer lugar, no es conveniente ya que podríamos aplastarle o asfixiarle sin darnos cuenta. En segundo lugar, podemos fomentar una costumbre que en el futuro no debería mantenerse y os será más dificil quitar. ¡Luego no os quejéis de que no quiera dormir en su cama!
10. No admitir que se necesita ayuda
Nadie nace sabiendo y si necesitáis ayuda, pues no dudéis en pedirla. Vuestros amigos, familiares, pediatras y, sobretodo, esos blogs tan educativos que hay por ahí, harán más fácil esta gran responsabilidad :-)
En serio, ahora estamos llenos de información por todas partes; merece la pena intentar aprender a hacer las cosas bien y, sobretodo, no cometer errores que se vayan haciendo más y más grandes y a posteriori nos cuesten más solucionar.
No poder con todo no nos hace peores padres, y mucho menos necesitar ayuda de los demás, al igual que en cualquier otra situación, necesitar ayuda no nos hace peores personas.
No olvidéis que es por el bien de vuestros hijos, así que el orgullo no tiene cabida.
Eso sí, si optáis por contar con la ayuda de una niñera, cuidado con la elección!!!!
Suerte en esta tarea y mucha fuerza
Un abrazo