OCIO: Juegos de mesa - ¿qué aportan a los niños?

Hola amigos,

¿qué tal ese fin de semana?

Ya veis que viene el mal tiempo, no en vano estamos ya a mediados de Noviembre, así que me parece que una de las opciones a considerar como ocio del finde será quedarse en casa.

Como las películas después de 50 veces vistas cansan y los dibujos de hoy en día son algo paranoicos, ¿qué os parece si rescatamos una vieja costumbre de nuestra niñez?: Los juegos de mesa.

Todos conocéis muchos de ellos, pero, ¿qué aportan a los niños?

He estado leyendo un artículo en Conmishijos sobre esto, y me ha parecido muy interesante el enfoque. Si hablamos de juegos de mesa, seguro que todos vemos el lado lúdico, pero no hubiésemos pensado qué pueden aportar realmente a nuestros hijos.

Está claro que puedes pensar de forma instintiva que un niño que juega es un niño que está bien, pero nunca hubiese pensado que los juegos puedan revelar el equilibrio psicológico de los niños y que puedan ser un indicador de su crecimiento afectivo y emocional.

Sophie Marinopoulos, psicóloga y psicoanalista, lo explica en el cuadernillo de padres de Pomme d’Api, una revista infantil francesa de la editorial Bayard Presse.

¿A partir de qué edad le empiezan a gustar al niño los juegos de mesa en familia?

Sophie Marinopoulos nos cuenta que el niño debe tener cierta madurez, ya que para ellos perder no es cualquier cosa, sino que significa perder un poco de sí mismo, perder su imagen delante de sus padres y, a su entender, también perder un poco de su amor.

Sin embargo, al mismo tiempo, los juegos con reglas son muy importantes para el niño ya que le permiten conocerse mejor, descubrir en sí mismo impulsos que le animan a avanzar, a ganar y a tomar conciencia de la necesidad de controlarse para someterse, como los demás jugadores, a las reglas del juego.

Si os dais cuenta, los niños nacen sin reglas establecidas y es parte importante del proceso de sociabilización la aceptación de las reglas. Por eso no tenemos que tener miedo a ponerlas......y a hacerlas cumplir.

Según la psicologa, cuando el niño tiene 5 ó 6 años le podemos proponer juegos "cooperativos" donde todos los jugadores juegan juntos contra un enemigo exterior y no unos contra otros, como estos en los que todos los participantes tienen que hacer algo (quitar huesos al perro, recoger verduras etc..) antes de que el enemigo común se de cuenta.

Así todos ganan o pierden al a vez, por lo que el niño no vive esa experiencia en solitario.

¿Hay que jugar forzosamente con el niño aunque no nos apetezca?

Pues la respuesta es ¡NO!. Si no os gusta jugar, no hay que preocuparse, ya que nuestro hijo encontrará otro niño u otro familiar que quiera hacerlo. El juego tiene que ser placer, no obligación.

Sin embargo, no os libráis, ya que es esencial que los padres miremos cómo juegan nuestros hijos. Primero para comprobar su desarrollo psíquico y segundo para nimarlo y demostrarle que estamos presentes, que nos interesamos por lo que hace. Yo añadiría otra razón: ¡PARA QUE NO PIERDAN LAS FICHAS! jejeje

De todas formas también hay que dejarle en soledad con losj uegos para que pueda crear su propio espacio lúdico, personal e íntimo, así que no le agobiéis.

Pues nada, en estos días de lluvia y frio que vienen, podéis jugar todos juntos, pero como diría alguien que yo me se, para jugar, no para competir

Un abrazo