Bienvenido a este Blog nacido del amor entre un padre y su hija

Quería daros la bienvenida a todos los que tenéis a bien entrar en este blog que servirá a un padre de una preciosa y maravillosa hija llamada Noah para expresar sus inquietudes, noticias, emociones y cualquier cosa que considere interesante compartir con aquel que quiera leerlo. Mi más sincero abrazo y gracias por gastar tu tiempo leyendo este Blog.

miércoles, 8 de junio de 2011

OPINION: Mi hijo no atiende...pero, ¿atiende la sociedad a nuestros hijos?

"Cuando Irene contaba una semana de vida, su pediatra no daba crédito: "¡Tiene mucho tono muscular!". Estaba fibrosa. Puro nervio. Su madre, Mariluz García, enfermera, apenas le dio importancia. Hoy lo recuerda como un primer síntoma. Luego llegarían las rabietas, los tics (morderse las uñas, mirarse la punta del pelo), los cambios bruscos de humor. "Como Jekyll y Hyde: si le llevabas la contraria, te insultaba, y después venía llorando a pedirte perdón". Del colegio no dejaban de llamar porque atemorizaba a sus compañeros y retaba a los adultos. Y tardaba una eternidad en hacer los deberes. Con siete años le diagnosticaron déficit de atención con hiperactividad"

Hola amigos,

Así comienza el artículo aparecido el 8 de Mayo en El Pais Semanal con el nombre "Mi hijo no atiende". En él presentan una serie de niños con síntomas de dilexia o con deficit de atención. El caso de la dilexia parece claro, ya que es una enfermedad que según define la Asociación Internacional de Dislexia se caracteriza por
"Dificultades de precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras (...), problemas de descodificación y de escritura", aunque me parece muy curioso lo que explica el psicólogo y logopeda Rubén Idurriaga: "En una tribu africana no se daría; aquí topan con un sistema basado en la lectura y la escritura, aquello que más les cuesta".

Sin embargo, respecto al tema del deficit de atención entramos en un terreno más escabroso. Según informan en el mismo artículo, los síntomas del déficit de atención son:

"Si antes de los seis años aparecen al menos seis síntomas: impulsividad, no guardar el turno en el juego, perder las cosas, no organizarse, no mantenerse sentado, contestar antes de que le pregunten... entonces puede existir un déficit de atención. "Debe pasar en casa y en el colegio, porque si no podría ser un problema de adaptación", determina el neuropsicólogo José Antonio Portellano. Otras señales: que parezca que no escucha, no seguir las instrucciones, ser inconstante y olvidadizo..."

A este artículo he llegado después de leer la carta al Pais Semanal de una Psicologa, María Benito Sánchez este pasado fin de semana, que me ha inquietado bastante y me ha hecho pensar. Aquí os la dejo:

"Sobrecogida. Así me quedé tras leer el artículo Mi hijo no atiende. Soy psicóloga, también soy madre; y a la luz de los criterios diagnósticos que propone el DSM IV, sin duda debo ser hiperactiva con déficit de atención gran parte de los días. Me pregunto qué piensan estos profesionales que es un niño. ¿Hay un niño estándar? Debe haberlo sin duda, porque permanentemente remiten a patrones de normailidad en los que tratan de hacer encajar, a veces a golpe de fármaco, cualquier expresión.
¿Donde queda lo subjetivo, lo propio de cada uno, lo particular? ¿Alguién se ha parado a escuchar a estos niños? ¿Alguien se ha preguntado qué cosas les interesan?. En lugar de cuestionar la rigidez del sistema educativo, su fracaso manifiesto a la hora de estimular a los niños en el aprendizaje, en lugar de cuestionar la paciencia y flexibilidad para hacerle un sitio a lo diferente, se opta por la medicalización.
Lo diferente se torna síntoma y el resto viene rodado. Me sorprende cómo se recorta lo humano a meros procesos químicos, en base a lo cual se propone una medicación, cuyos efectos secundarios son tan serios que a menudo precisa de nuevas medicaciones para hacerlos remitir y cuyos efectos a largo plazo se desconocen por el momento.
Es llamativa la emergencia de estos diagnósticos en los últimos tiempos... ¿Es que antes no había niños hiperactivos? Seguramente eran los niños revoltosos, trastos, inquietos, que todos hemos conocido. Aquellos que antes les caracterizaba ahora es patología.
Esta conceptualización de la infancia atenta contra la infancia misma. Dejemos a los niños que sean niños."

Una vez entrado de lleno en cumplir de forma enfermiza con los cánones de belleza marcados por nuestra sociedad, provocando que niñas todavía demasiado pequeñas deseen una operación de pechos cuandos éstos apenas se han formado todavía, me planteo: ¿estamos entrando también en una obsesión por cumplir unos cánones de comportamiento?

Demasiadas veces se oye eso de: mi hijo me ha salido hiperactivo. Como dice esta psicóloga, ¿no será que en un mundo tan dinámico, con tanto bombardeo de información, el sistema educativo no es para nada interesante ni motivante? ¿no será que estamos generando niños frustrados y en lugar de incentivarlos los medicamos?

Como dice el título: "Mi hijo no atiende"...pero, ¿atiende la sociedad a nuestros hijos?

Ahí dejo estos razonamientos. ¿qué opináis vosotros?

Un abrazo



1 comentario:

  1. ya nos estamos pasando un poco con tanta enfermedad inventada. ¿qué pasa?, que antes los niños estaban enfermos y no lo sabían?, pues tampoco veo yo que haya ido tan mal. Estamos atontando a nuestros hijos.

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