Bienvenido a este Blog nacido del amor entre un padre y su hija

Quería daros la bienvenida a todos los que tenéis a bien entrar en este blog que servirá a un padre de una preciosa y maravillosa hija llamada Noah para expresar sus inquietudes, noticias, emociones y cualquier cosa que considere interesante compartir con aquel que quiera leerlo. Mi más sincero abrazo y gracias por gastar tu tiempo leyendo este Blog.

jueves, 19 de mayo de 2011

INFO: ¿Cuánta agua tienen que tomar los bebés y niños pequeños?

Hola amigos,

entre nube y nube, según pasan los días, el sol intenta calentar más, haciendo llegar poco a poco el verano, y estas son épocas en las que la hidratación es algo muy importante.

Siempre se habla de que un ser humano debería beber dos litros de agua al día, pero, ¿cuanta agua tienen que beber nuestros hijos?

Un artículo de la revista EROSKI CONSUMER, escrito por Maria Manera, intenta aclararnos esta duda.
Todos sabemos que el agua es esencial para el cuerpo humano y para mantener una adecuada hidratación de los tejidos del cuerpo humano y equilibrar las pérdidas que se producen a lo largo del día. La edad es uno de los factores muy importantes para valorar la necesidad de agua. Los niños y los bebés tienen unas condiciones particulares de hidratación que hay que tener en cuenta. Algo curioso es saber que los bebés menores de seis meses que amamantan obtienen líquidos suficientes con el agua que les provee la leche materna.

 ¿Cuánta agua necesita tomar un bebé?

Los niños contienen una cantidad superior de agua en el cuerpo. Se estima que el 70% del peso del organismo de los lactantes está compuesto por agua, frente al 50% de un adulto. La fisiología del bebé cuenta con algunas particularidades, como una menor capacidad de sudoración y de eliminación de sustancias de desecho por vía renal, a diferencia del adulto.

A la hora de calcular las necesidades de agua de los bebés deben tenerse en cuenta estas particualres condiciones. Además, hay que tener en cuenta que los bebés no expresan la sensación de sed como lo podemos hacer los adultos.
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) estima que las necesidades de agua para bebés y niños pequeños son las siguientes:

Estos valores incluyen el agua de bebida y otros líquidos como zumos, caldos, batidos o infusiones, así como el agua presente en los alimentos. Se calcula que las bebidas representan alrededor del 80% de la ingesta, mientras el 20% restante procede de los alimentos. Estos valores se consideran válidos cuando la temperatura ambiental y la actividad física son moderadas.

El primer año de vida
Lactancia materna exclusiva y a demanda durante los primeros seis meses de vida. Ésta es la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la Academia Americana de Pediatría (AAP) y del Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría (AEP) respecto a la alimentación que debe recibir un bebé desde que nace hasta que cumple seis meses.

Esto significa que no es necesario ni recomendable que los bebés que amamantan hasta el medio año de vida tomen más líquidos -ni agua, ni zumos, ni suero, ni infusiones, etc.-, ya que obtienen la hidratación que necesitan gracias a la leche materna. Al contrario de lo que se puede pensar, esta recomendación es válida, incluso, cuando el ambiente es muy caluroso y cuando el bebé tiene fiebre. En estas situaciones, ofrecer más a menudo el pecho, o en su defecto el biberón con leche artificial, es la mejor opción.

Alrededor de los seis meses, se inicia en la alimentación del bebé la incorporación de nuevos alimentos diferentes a la leche (materna o artificial), aunque ésta debe ser todavía su principal fuente de nutrientes durante el primer año. Cuando la lactancia materna es a demanda, tal y como se recomienda, los niños reciben suficientes líquidos y cubren en general sus necesidades diarias, que oscilan entre 800 ml y un litro de agua.

Sin embargo, a partir del medio año de edad, se puede ofrecer agua al bebé varias veces al día y el niño la tomará en mayor o menor cantidad en función de su sed.

A medida que se hacen mayores, se aconseja insistir más en que beban agua. Sería interesante que los niños de 1 a 3 años tomaran entre 1,1 y 1,3 litros de líquidos al día, de los cuales, unos 800 o 1.000 ml provendrán del agua, como bebida principal. Esto supone que el niño tendría que beber unos 4 o 5 vasos de agua diarios, aunque la sed que manifieste es la mejor manera de saber cubrir sus necesidades. Otras bebidas como zumos y bebidas azucaradas solo deben consumirse, en caso de hacerlo, de forma ocasional y en pequeñas cantidades.

El peligro de la deshidratación
La deshidratación es el proceso de pérdida de agua corporal. Puede estar causado por vómitos o diarrea, una sudoración excesiva o una ingesta insuficiente de líquidos, entre otras variables.

En los niños, hay que estar atentos a los signos que indican una deshidratación: sequedad de labios y boca, la constatación de que lleva varias horas sin orinar, los ojos hundidos y debilidad en general. Por el contrario, si el niño está contento, produce lágrimas al llorar y orina con regularidad es señal de que está bien hidratado.

No obstante, resulta esencial asegurar una adecuada hidratación en las siguientes situaciones:
  • Temperatura ambiental elevada: cuando supera los 30ºC y la humedad ambiental es baja, las pérdidas de agua por evaporación se multiplican por tres.
  • Diarreas y gastroenteritis: las pérdidas de agua cuando se sufre este trastorno son ocho veces superiores a las habituales. Si la diarrea es importante, es recomendable ofrecer a los pequeños soluciones de rehidratación oral a menudo. La composición de estos preparados facilita la absorción de agua y contiene sales minerales necesarias para reponer las pérdidas.

ALIMENTOS QUE HIDRATAN

Sin duda alguna, el agua es la mejor opción para mantener una correcta hidratación. Le siguen las frutas y hortalizas, que están compuestas en un altísimo porcentaje por agua. Además, tienen un elevado contenido de sustancias protectoras para la salud, como vitaminas, minerales, fibra y compuestos antioxidantes. Otros alimentos, como los lácteos, también pueden contribuir a la hidratación.


Las necesidades de agua también varían en función del tipo de alimentación que el niño siga. Si toma demasiados alimentos proteicos y ricos en sodio (carnes, precocinados, embutidos y productos de charcutería como salchichas, etc.), el niño requiere, además de corregir su dieta, una mayor cantidad de agua para facilitar la excreción urinaria de los productos de desecho de su metabolismo. Por ello, la ingesta de alimentos ricos en estos nutrientes debe ser comedida en la infancia. En esta etapa, las recomendaciones de consumo de alimentos proteicos (carne, pescado, huevos y derivados) son de un máximo de dos raciones al día. Los alimentos ricos en sodio y, por lo tanto, en sal, en caso de consumirse, deben ingerirse de forma moderada y ocasional.

Espero que este información os sea de utilidad.

Un abrazo

No hay comentarios:

Publicar un comentario