Bienvenido a este Blog nacido del amor entre un padre y su hija

Quería daros la bienvenida a todos los que tenéis a bien entrar en este blog que servirá a un padre de una preciosa y maravillosa hija llamada Noah para expresar sus inquietudes, noticias, emociones y cualquier cosa que considere interesante compartir con aquel que quiera leerlo. Mi más sincero abrazo y gracias por gastar tu tiempo leyendo este Blog.

martes, 24 de mayo de 2011

EDUCANDO: Los límites - Un desafio del dia a dia

El niño necesita que se le fijen límites desde pequeño para transitar su vida. Éstos deben ser incorporados con ternura pero con mucha firmeza.
Hola amigos,

parece ser que uno de los retos a los que nos enfrentamos continuamente en la educación de nuestros hijos es el cómo podemos ponerles límites, porque total, la vida al fin y al cabo, está llena de ellos: límites de velocidad, límites de horarios, límites de fechas, de lo que se puede comer, beber, límites por doquier. Sin embargo, nos cuesta educar a nuestros hijos en los límites, como queriendo protegerles de los que de mayores les va a caer.

Por ello os traigo hoy estos consejos que espero os puedan ayudar a poner límites a vuestros hijos. Yo creo que el esfuerzo al final os va a compensar. Por favor, no esperéis a cuando tengan quien años o entonces será tarde.

Como dice Jaime Barylko: Es mucho más fácil transitar por una carretera señalizada que nos sirva de guía, que por una que sin ninguna señal nos haga avanzar a tientas.

Para poner límites a nuestros hijos no hay una receta preestablecida que nos asegure el éxito final; cada niño es único e irrepetible y cada familia es distinta.
De todas maneras, podemos dar a los padres ciertas pautas que si son manejadas acertadamente serán de gran ayuda para enfrentar este desafío:

1. Que todas las figuras adultas que se encarguen del niño (padres, abuelos, personas encargadas de cuidarlos, etc.) mantengan la misma coherencia al plantear límites. Si bien es muy difícil, porque a veces los abuelos son más permisivos que los padres, sería bueno conversar con ellos previamente antes de fijar ciertas pautas en el niño.

2.  Los límites no se fijan en un momento de enojo, muchas veces en tales situaciones estamos desbordados y no actuamos con la coherencia necesaria.

3. Expliquemos al niño en un lenguaje claro yque sea capaz de comprender, por qué le prohibimos hacer ciertas cosas.

4. Mantengamos firmes los límites. Los niños son muy persistentes en sus conductas y muchas veces cuando venimos cansados de trabajar o se nos ha presentado algún inconveniente, ante la insistencia del niño en hacer algo que tiene prohibido terminamos cediendo. Nada más erróneo; el niño es sumamente perceptivo y sabrá cuando puede transgredir los límites.

5. Jamás castiguemos al niño físicamente cuando no respeta una norma, así le estaríamos enseñando que sólo se logra lo que se quiere a través de la violencia, lo cual es muy negativo. Los seres humanos estamos capacitados para comunicarnos a través del lenguaje y poseemos el maravilloso don de comprender lo que se nos dice.

6. Es conveniente dar al niño mensajes claros y concretos. A veces un “Pórtate bien” es tan amplio que el niño no llega a comprender el vasto significado de lo que le pedimos. Tal vez deberíamos decir: “Me alegraría mucho que hoy no le pegaras a ningún compañero en el jardín”.

7. En caso de tener que castigar al niño por un comportamiento negativo, fijemos sanciones que sabemos que podemos cumplir: “Como hoy no ordenaste los juguetes en tu habitación, no vas a poder ver tus dibujos favoritos”. No digamos al niño que no verá televisión en toda la semana, seguramente al segundo o tercer día nosotros mismos olvidaremos lo dicho y seremos los que encendamos la televisión en el canal de los dibujos.

8. Tan importante como castigar una conducta negativa es reforzar una positiva. Esto no significa que debamos premiar al niño con algo material, el elogio verbal y el decirlo delante de otras personas, hace que el niño se sienta importante y estimula sus conductas positivas.

9.  Finalmente, no hagamos los adultos lo que no queremos que el niño realice. No digamos mentiras delante de él, o peor aún, no pidamos que mientan por nosotros si no queremos que ellos digan mentiras. Utilicemos las palabras “Por favor”, “Gracias”, “De nada”… si queremos que ellos las utilicen. Saludemos al entrar o salir de un lugar si pretendemos que nuestros hijos también lo hagan, pues tengamos presente que a veces, un ejemplo vale más que mil palabras.

Papás y mamás: emprendan esta tarea con firmeza pero sin olvidar que lo que tenemos entre manos, el niño, no nos permite equivocaciones ni marcha atrás; no es un papel que podamos borrar y comenzar de nuevo. Démosle las pautas para que pueda desenvolverse en la vida transitando el camino correcto…para lograr ser feliz.

Un abrazo

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