Bienvenido a este Blog nacido del amor entre un padre y su hija

Quería daros la bienvenida a todos los que tenéis a bien entrar en este blog que servirá a un padre de una preciosa y maravillosa hija llamada Noah para expresar sus inquietudes, noticias, emociones y cualquier cosa que considere interesante compartir con aquel que quiera leerlo. Mi más sincero abrazo y gracias por gastar tu tiempo leyendo este Blog.

jueves, 18 de agosto de 2011

EDUCACION: MIEDO EN LOS NIÑOS




Hola a todos,

como os he comentado estos días, Noah se ha vuelto bastante temerosa, así que he buscado información al respecto. Parece que es muy habitual que alrededor de los 3 años los niños se vuelvan más temerosos, ya que antes de esta edad, los niños están investigando su entorno y no son tan conscientes del concepto miedo.

En particular me ha gustado el artículo de Dania Leyva en el blog miedospuntocom y también he leído algunos artículos en GuiaInfantil, HoyPadres y alguno más por ahí.

En el primer artículo se establece una diferencia entre miedo (normal), fobia (miedo clínico) y ansiedad (trastorno).
  
El primero de los términos, que es del que hablaremos, el miedo, es una reación natural en los niños y tienen una relación muy estrecha con la supervivencia.

Está aceptado actualmente que muchos miedos son universales, instintivos e innatos, como el miedo a los ruidos fuertes, a caerse, a la oscuridad, a objetos y caras extrañas y a los movimientos repentinos e inesperados.

Hasta tal punto, que se considera un "fenómeno Psicológico normal para el ser humano y especialmente en los niños", de tal forma que es un "componente del desarrollo normal del niño, que les proporciona medios de adaptación"


El miedo se considera entones parte del desarrollo psicológico normal del niño y su ausencia sí que sería algo anómalo. La mayoría de los miedos suelen ser transitorios y aparecen el niños de edad similar.

No sólo esto, sino que las experiencias, vivencias y emociones aparejadas con los "miedos evolutivos", permiten al ser humano generar y consolidar medios y recursos para resolver las situaciones estresantes de forma satisfactoria.


Miedos y edades


El miedo de un recién nacido a la perdida repentina de apoyo o a un excesivo o inesperado estímulo sensorial, parece ser una reacción refleja, que se manifiesta a través del llanto, una respuesta adaptativa que sirve para alertar a la madre ante un potencial peligro que acecha al bebé.

A los seis meses el niño comienza a manifestar miedos ante estímulos nuevos, y se ha llegado a ver que los niños que desarrollan mucho miedo a la novedad, después siguen siendo muy temerosos en su primera infancia. Por esta edad surgen muchos otros miedos, a las máscaras, a las alturas, a los perros, etc., miedos que tienden a aumentar hasta los 18-24 meses.
A los nueve meses parece ser que la separación de la madre durante mucho rato o quedarse solo en un lugar desconocido es el miedo principal , alcanzando su fase aguda al final de los 2 años.

Alrededor de los 2-4 años, cuando comienza el entrenamiento en el control de esfínteres, no es extraño el miedo a los inodoros en muchos niños. Aparecen los temores ante los animales, aunque pueden persistir por encima de esta edad.

Los perros suele ser el tema principal del miedo de los 3 años, mientras el miedo a la oscuridad lo es para los 4 años. A los seis años el miedo a la escuela, a la oscuridad, a las catástrofes a los seres imaginarios (brujas, fantasmas, entre otros), pueden convertirse en los temas centrales.

Entre los 6-9 años pueden aparecer temores, ya más reales, al daño físico o al ridículo por la ausencia de habilidades escolares y deportivas.

Los niños de 9-12 años pueden experimentar miedo a la posibilidad de catástrofes, incendios, accidentes; temor a contraer enfermedades graves; y miedos más significativos emocionalmente, como temor a conflictos graves entre los padres, pobre rendimiento escolar, o en ambiente de violencia intrafamiliar, el miedo a que le peguen.

Alrededor de los 12 años, incluso ya de adultos, hay un descenso de los miedos a acontecimientos naturales y surge un grupo de miedos centrados en la sexualidad, embarazo, aborto, suicidio, entre otros.

Qué hacer si nuestr@ hij@ tiene miedos

Es algo muy importante transmitir tranquilidad y seguridad como figura de referencia que somos para ellos, de tal forma que les ayudemos a superar los miedos con cariño y comprensión. No hay que olvidar que los niños todavía no entienden el mundo que los rodea y tampoco son capaces de diferenciar entre lo real y lo imaginario.
  
Se recomiendan estos pasos:

1. Educar positivamente, utilizando elogios y premios en lugar de amenazas. Respeta los miedos del niño y evita frases como “eres tonto por tener miedo”, “no seas mentiroso”, etc.

2. Siempre que sea posible, prepara progresivamente al niño a los cambios que puedan acontecer (cambio de guardería, de casa), y a los acontecimientos difíciles (operaciones, muerte de familiares ancianos)

3. Intenta mantener la calma y no perder los nervios en situaciones de estrés, por ejemplo, si tu hijo comienza a llorar en la sala de espera del médico.

4. Sobreproteger a tu hijo no le evitará problemas, al contrario, lo convertirá en una persona dependiente sin recursos propios para afrontar las complicaciones.

5. Resta importancia a los miedos y temores de tu hijo, y recuerda que forman parte de su desarrollo.

6. Potencia la valentía de tu hijo, animándole a enfrentarse poco a poco a situaciones que le provocan temor. Subraya sus comportamientos valerosos.

7. Trata de disimular tus propios temores en presencia del niño. Recuerda que los niños aprenden por imitación y tu hijo podría desarrollar fobias sólo porque las tienes tú.

8. Fomenta la resolución de problemas por parte del niño. Si siempre recurre a ti para obtener una solución, estarás impidiendo que desarrolle su autonomía e independencia.

Experiencia personal

Cuando comprobé la cantidad de temores que tiene Noah y a cosas tan diversas, pensé cómo reaccionar: ¿enfrentarla a lo que le daba miedo?, ¿decirle que eso era una tontería y tenía que ser valiente? ¿racionalizar la situación y explicarle el por qué no tenía que tener miedo?

Una vez que he leído los distintos artículos creo tener más claro qué hacer y sobretodo tengo claro qué no hacer, hay que evitar tratar en este tema a nuestros hijos como adultos. Aunque la explicación puede estar bien, no lo van a entender, al menos cuando son más pequeños y tampoco podemos ridiculizarles ni regañarles.

Creo que la reacción mejor es darles apoyo y cariño, que nos vean seguros, y quitarle importancia al miedo. Si en ese momento no quieren ver a un personaje de dibujos o meterse en el agua, pues ya lo harán tarde o temprano. Si les forzamos, creo que será peor.

El primer día Noah no quería acercarse al agua del mar por el ruido de las olas. Intenté que entráramos juntos hasta que el agua nos llegase a las rodillas, y conseguí que no se acercase más ni a llenar el cubo. Hoy sin embargo, se ha acercado ella sola, primero porque le conté que el ruido de las olas era un sonido, como los sonidos de la canción del Cantajuegos y porque ya no la he vuelto a repetir que se acerque al agua. Cuando ella ha querido, lo ha hecho.

Eso sí, cuando se asoma el hombre de los globos vestido de Mickey, tenemos que dar un rodeo, así que de momento no podremos ir a Disneyland Paris ;-)

Espero que os haya sido de utilidad el artículo

Un abrazo


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