Bienvenido a este Blog nacido del amor entre un padre y su hija

Quería daros la bienvenida a todos los que tenéis a bien entrar en este blog que servirá a un padre de una preciosa y maravillosa hija llamada Noah para expresar sus inquietudes, noticias, emociones y cualquier cosa que considere interesante compartir con aquel que quiera leerlo. Mi más sincero abrazo y gracias por gastar tu tiempo leyendo este Blog.

jueves, 11 de agosto de 2011

EDUCACION: Enuresis Infantil - Mi hij@ se hace pis en la cama

Hola amigos,

habréis observado que en esta época voy publicando menos asuidamente; y es que me vais a perdonar, pero estoy disfrutando de poder tener a mi hija Noah durante el mes de Agosto, por lo que iré publicando según me surjan temas o vaya teniendo algo de tiempo y fuerzas.

Estos últimos días estoy leyendo bastante sobre la Enuresis Infantil. ¿no sabéis lo que es?, seguro que sí, pero para aquellos a los que le suene a chino, o más bien a latín, os diré que es básicamente cuando nuestros hijos se hacen pis en la cama, sobretodo a partir de ciertas edades.Enuresis

Es necesario aclarar que la Enuresis no es una enfermedad, sino un síntoma de que el niño no controla su esfínter, bien por un fallo en el proceso madurativo al no haber aprendido todavía a hacerlo, bien por alguna causa emocional o dolencia médica.

Pero todos los niños se hacen pis en la cama al principio, me podréis decir, pero se considera que existe enuresis primaria si después de los tres años un nño aún sigue orinándose en la cama, aunque no es hasta los cinco años cuando se afirmaría con seguridad que hay un problema. El proceso de maduración en cada caso es distinto y puede variar mucho.

Las causas pueden ser muy diversas, bien por una carencia de madurez del niño, la cual se puede corregir con voluntad y esfuerzo, mediante ejercicios o juegos que permitan ir tomando el control, bien por causas más complejas (emocionales, hormonales, infecciosas...) donde ya tengan que intervenir profesionales.

Sobretodo en el caso de enuresis producida por un mal aprendizaje, la mayoría de los niños dejan de mojar la cama, pero cuanto antes se comience a tratar, más probabilidades de que esto pase.

A pesar de que no es una enfermedad y que la principal causa es un fallo en el proceso de aprendizaje, es un tema que no hay que dejar de lado ya que la frase "es pequeño, ya se le pasará con el tiempo" no funcionará y es necesario tomar medidas, con el asesoramiento del médico, ya que si no se trata adecuadamente puede ser que el problema se prolongue y crezca, causando en el niño baja autoestima, dificultad para socializarse, ansiedad, insomnio, etc...

Para intentar atajarlo podemos hacer ejercicios y juegos en casa que hagan tener consciencia a nuestr@ hij@ de su responsabilidad. Nunca perdáis la perspectiva de que además de la causa de aprendizaje, puede haber otras más importantes, por lo que si los ejercicios y medidas no dan resultado, habrá que ir por ese otro camino.
Ejercicios y juegos que se pueden hacer son:

El juego de aguantar
De esta forma nuestr@ hij@ tomará conciencia de que cuando lleguen las ganas de orinar puede controlar y cómo hacerlo. Consiste en que cuando manifieste ganas de hacer pis, retenga unos segundos, aumentandolos progresivamente.

El juego de cortar
Con este juego se fortalecerán los músculos implicados en la micción y retención de la orina. Consiste en cortar el flujo de orina una vez el niño ha comenzado a hacer pis. Es recomendable casi cuando se ha terminado de orinar, pues la presión sobre estos músculos es menor y resultará más fácil.
A medida que pasen los días se irá aumentando número de veces que el niño interrumpa la micción y el tiempo que la retenga, hasta llegar a unas tres interrupciones de unos cinco segundos cada una.

El juego de levantarse e ir al baño
Con él se pretende que el niño asimile una reacción determinada cuando sienta humedad o ganas de orinar, que será levantarse de la cama y dirigirse al baño. Practicaremos con él fingiendo la situación de que está durmiendo y siente ganas de orinar, momento en el que tendrá que levantarse, ir hasta el baño y sentarse en el W.C. Practicaremos con él este juego tres o cuatro veces en las horas cercanas al momento de ir a dormir.

El juego del cambio de ropa
Cuando el niño se levante húmedo deberá contribuir a cambiarse de ropa y de sábanas la cama, hasta lograr completar al menos la primera tarea sin ayuda. Aquí es importante destacar el aspecto lúdico, por ejemplo acompañando el cambio de ropa con alguna rima o secuencia que se repasará con él, para que no perciba esta tarea como un castigo, sino como una responsabilidad que debe cumplir y por la que será recompensado.

El calendario
Se trata de crear un calendario en el que se reflejará toda la actividad antes descrita, así como los días en que el niño amanece mojado o seco, con un código que acordemos con él de símbolos, colores e incluso pegatinas.

También podremos pactar un sistema de recompensas y “castigos” que no serán administrados en caso de que haya mojado la cama, sino en el de que no haya “jugado” a alguno de los juegos, y que pueden consistir en tener que hacer más tareas en casa. Asimismo, cuando veamos en el calendario que durante un buen número de días ha mantenido la rutina de llevar a cabo estos juegos, o lleva varios días sin mojar la cama, le premiaremos.

Por último es muy importante resaltar las prácticas que son desaconsejables, en contra de lo que pueda parecer en muchos casos de sentido común.

Sobretodo no es aconsejable poner etiquetas ni hacer reproches: «eres un bebé, un cochino». Eso no resolverá nada y sólo generará en el niño inseguridad y complejos.

Tampoco conviene castigarle, porque el castigo desencadenará en el pequeño agresividad, resentimiento, ansiedad e inseguridad y producirá un distanciamiento de los padres.

Tampoco hay que estar preguntándole cada cinco minutos si tiene ganas de orinar.

No hay que precipitar el momento de enseñar al niño el control de esfínteres. Cuando comience a entrenar este hábito, hay que dejar de ponerle pañales, porque éstos le acostumbran a la humedad, evitan sus efectos desagradables y le ahorran el esfuerzo de levantarse o de controlar la micción.

Finalmente, en contra de lo que se podría pensar, no se deben restringir al niño los líquidos al final del día, porque esto impide que la vejiga se acostumbre a soportar durante varias horas niveles de orina cada vez mayores.

Como siempre espero que el artículo os haya servido de ayuda. Me he apoyado en varios artículos leidos de la página Con mis hijos.

Un abrazo

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