Bienvenido a este Blog nacido del amor entre un padre y su hija

Quería daros la bienvenida a todos los que tenéis a bien entrar en este blog que servirá a un padre de una preciosa y maravillosa hija llamada Noah para expresar sus inquietudes, noticias, emociones y cualquier cosa que considere interesante compartir con aquel que quiera leerlo. Mi más sincero abrazo y gracias por gastar tu tiempo leyendo este Blog.

jueves, 29 de diciembre de 2011

EDUCACION: Implicar a los niños en las tareas domesticas

Hola amigos,

ya se que estamos en plenas fiestas, que los niños están de vacaciones, pero no me digáis que no mataríamos dos pájaros de un tiro si lográsemos que los niños nos ayudasen en las tareas domésticas.

A la vez que nos alivian tanta tarea, les educamos en que forman parte de la familia y que tienen que asumir responsabilidades, porque una de nuestras metas, si no la más importantes, es prepararles para tener autonomía cuando vivan solos y que sepan valerse por sí mismos, por mucho que falten tantos años para ese momento.
  
Para empezar, tenemos que ver las cosas desde la perspectiva de los peques; aunque para nosotros las tareas domésticas es algo desagradable, la mayoría de los niños quieren ayudar para sentirse útiles y mayores y es por tanto importante, que desde bien pequeños aprovechemos esa predisposición inicial al trabajo, que sólo cambia a través de la educación en la autocomplacencia que suele invadirnos hoy en día.

La psicóloga y maestra Virginia González, en la página Conmishijos, no da las pautas a seguir para lograrlo.

Para empezar, como en todo lo que a la educación de nuestros hijos se refiere, tenemos que armarnos de paciencia, ya que al principio las tareas realizadas por los niños nos entorpecen más que nos ayudan.

Pero no desesperéis, la paciencia tendrá su recompensa, y merece la pena no decir "ya me encargo yo" a las primeras de cambio. No olvidéis que están aprendiendo.

No debemos regañarles por hacer las cosas mal, sino explicarles en qué consite el trabajo, enseñarles a hacerlo la primera vez y ayudarles o supervisarles las siguientes.

También es importante comenzar por tareas sencillas y gratificantes, demostrarle entusiasmo, elogiarle y valorar su ayuda para que se sienta bien, pero sin exageraciones.

Algunas de estas primeras tareas podrían ser: recoger los juguetes, vaciar la papelera, barrer con un cepilo, poner la ropa sucia en el cesto o llevar el plato vacio al fregadero después de comer.

 
La dificultad se incrementará a medida que aumentan sus capacidades, pero hay que ser realistas con las expectativas y procurar que al principio no manipule objetos frágiles o caros.

Podemos designar un día concreto para realizar ciertas tareas o asignar una tarea diaria a cada niño, pero lo primordial es realizar las tareas todos juntos para que sean cooperativos cuando crezcan.

El hecho de establecer un objetivo común hace más agradable el trabajo. Si hablamos, cantamos, escuchamos música o inventamos algún juego mientras que realizamos las tareas (por ej. terminar antes de que acabe la canción), el trabajo puede resultar más divertido y le transmitiremos una actitud positiva hacia él.

Pero qué hacer cuando nuestro hijo no quiere colaborar.

Sobretodo no os obcequéis, no hagáis una tragedia de esto; además una de las razones es ponernos a prueba y no olvidemos que los adultos somo nosotros.

Se pueden utilizar razonamientos sencillos para que comprenda el por qué hay que realizar las cosas (“si los juguetes están por el suelo nos podemos tropezar o se pueden romper si los pisamos”, “si terminamos las tareas ahora, tendremos tiempo libre para jugar”, etc.).

También sirve de ayuda ofrecerle alternativas (“hoy vamos a ordenar tu cuarto ¿quieres empezar por los cuentos de la estantería o vistiendo a los muñecos?”), utilizar juegos -como ya hemos comentado- (“fijar un tiempo para hacer algo con un cronometro”) o recurrir a la paciencia o el buen humor.

Las navidades, aunque sean épocas festivas, son días perfectos para seguir educando a nuestros hijos, cosa que nos será mucho más llevadera si lo enfocamos como una oportunidad y no como una obligación.

Un fuerte abrazo y mucha paciencia

No hay comentarios:

Publicar un comentario