Bienvenido a este Blog nacido del amor entre un padre y su hija

Quería daros la bienvenida a todos los que tenéis a bien entrar en este blog que servirá a un padre de una preciosa y maravillosa hija llamada Noah para expresar sus inquietudes, noticias, emociones y cualquier cosa que considere interesante compartir con aquel que quiera leerlo. Mi más sincero abrazo y gracias por gastar tu tiempo leyendo este Blog.

jueves, 19 de enero de 2012

COMER: Caprichos de padres, malos hábitos de niños

Hola amigos,

como no todo va a ser pasárselo bien, hoy volvemos a intentar hacer una cierta labor educativa y ayudaros con los problemas habituales que podemos encontrarnos en nuestras relaciones con nuestros hijos.

Muchas veces se habla de los malos hábitos que tienen nuestros hijos a la hora de comer, pero tenemos que tener en cuenta que en muchas ocasiones no son más que consecuencia de nuestro mal ejemplo.

Según un artículo de la Revista CONSUMER escrito por Maite Zudaire,  los "Caprichos alimentarios de los padres" crean "malos hábitos para los niños".

La cuestión es que no debemos ajustar la dieta que tengan los niños según nuestros gustos para no contagiarles nuestra posible mala forma de comer.

Daros cuenta que es especialmente importante incluir novedades en los alimentos que ingieran los niños, haciendo hasta diez intentos con cada alimento antes de descartar la posibilidad de omitirlo.

Esto implica que aunque a nosotros no nos gusten ciertos alimentos, esto no debería impedir que intentásemos que nuestros hijos los probasen para que no hereden nuestras "manías alimenticias".


Es normal que los peques tengan reticencia a probar sabores y texturas nuevas ya que no siempre se quiere abandonar lo conocido y no siempre la primera vez que se prueba un nuevo alimento gusta.

El otro día, por ejemplo, Noah probó la nata y no le hizo nada de gracia....sin embargo, a los cinco minutos, se la comía a puñados!!!!

Son especialmente delicados los meses posteriores al primer año de vida, ya que se reduce el apetito de los bebés a la vez  que hay que ampliar el menú. A los tres años nuestros hijos deben haber sido expuestos a la gran mayoría de los alimentos.

Daros cuenta lo importante que es vuestra labor en la educación alimenticia que le deis a vuestros hijos, ya que podréis prevenir enfermedades como la obesidad infantil, puesto que los alimentos rechazados suelen ser los más sanos y se suelen sustituir por alimentos muy calóricos.
Además a la vez que enseñáis a vuestros hijos buenas pautas, podéis "reaprender" vosotros mismos.

Malas costumbres como desayunar mal, tenéis que enfocarlo como malas lecciones que estáis dando a vuestros hijos. Sin embargo, si os ven comer una pieza de fruta, si forman parte de hacer el desayuno, encargándose de vigilar las tostadas, por ejemplo, aprenderán cómo deben desayunar para el resto de su vida.

Con la cena pasa lo mismo. Ración de verdura, cereales (arroz, pasta, sopa...), si hiciese falta alguna porciónd e proteína (huevos, pescado, pollo...) y al final fruta, hará que entiendas que así deben ser las cenas.

¿Cómo convencer a nuestros hijos de que coman fruta si nosotros no lo hacemos? ¿y que coman pescado si no hacemos más que repetir que no nos gusta? Complicado.

Pero, ¿por qué hay alimentos que no les cuesta probar?, por ejemplo, unas natillas.

Resulta que el sabor dulce es el más primario y desde pequeño los niños se familiarizan con él, ya que la leche materna es rica en lactosa.

¿y las verduras?...su sabor nos es extraño y ajeno la primera vez que las probamos y no es hasta que el paladar se acostumbra, que admitimos lo nuevo. Incluso hay estudios que apuntan a que la alimentación de la madre lactante condicionará los gustos futuros del niño, pues estará acostumbrado a ciertos sabores.

Aunque hay que intentar hasta diez veces que un alimento rechazado se admita, nunca debe hacerse mediante la obligación, pero sí con la insistencia y, por supuesto, nunca como sustitución de un plato por otro que gusta más.

La aceptación se debe lograr con todos los alimentos. Nunca hay que descartar ninguno porque entonces se cuestiona la norma de que todos son válidos. Unos se probarán antes y otros más tarde, pero no hay que olvidarlos.

Siempre hay trucos para introducir los alimentos: garbanzos con sopa, lentejas con arroz, verduras con queso o con jamón, espinacas con bechamel... pero no podemos dejar a un lado legumbres y verduras de la dieta de los peques.

Como siempre que tratamos un tema de este tipo, ya sabéis que educar requiere tiempo y tolerancia. De nada sirven las prisas, los enfados o castigos en lo que a que se adquieran costumbres se refiere; sólo podemos generar rechazo.

Tampoco tiene sentido chantajear o "comprar" al niño para que coma ni entrar en pánico porque coma poco: Los niños que comen menos en una comida, a menudo, lo compensan al comer más en la siguiente.

Si nuestros hijos no se comen la comida, se retira el plano una vez finalizado el tiempo de comida. Si hay que presentarlo en la próxima comida o no, ya es opinable.

Y no olvideis, ser coherentes, debéis comer lo mismo que dais a vuestros hijos.....y si queréis que crezca sano, lo que se coma debe serlo.

Pues nada, paciencia, que seguro que lo lográis.

Un abrazo

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